Al niño más amado y más odiado del planeta parece haberle entrado un ataque de madurez. Aunque hay quien piensa que es un nuevo truco promocional. No se sabe si Justin Bieber se ha parado a pensar a sus 17 años lo que significa calentar un biberón de madrugada, levantarse de la cama cada media hora para ver si la frente de nuestro acatarrado niño arde, aguantarse la lagrimilla propia los primeros días de guardería o vivir más pendiente del otro que de sí mismo. El caso es que el ídolo adolescente ha soltado una bomba en su Twitter: quiere ser padre.
Y no uno cualquiera. De familia numerosa. Numerosísima. Sus fans deben estar aún tirándose de los pelos y jurando en arameo contra Selena Gómez, chica Disney y su novia, para más señas. Bieber colgó hace unos días una foto en la que se ve a la bucólica pareja rodeada de nada menos que seis niños (ajenos) en un parque público de Estados Unidos.
Mírenlo, tan paternal él. El mismo que luego deja plantada a la prensa mundial en la presentación de uno de sus trabajos. O que se retrasa una hora para luego pasar tres segundos ante el 'photocall'. O que cancela conciertos por caprichos infantiles. Justin, ese niño tan maduro y preparado para ejercer de padre...
El Bieber filósofo
El título que Bieber puso a la instantánea tampoco tiene desperdicio: 'Brangelina 2.0'. Vamos, que el astro canadiense quiere seguir el camino de guapura, éxito y prole abundante marcado por Brad Pitt y Angelina Jolie. «Quiero ser padre joven. A los 25 ó 26 años quiero estar casado y comenzar a constituir mi familia», dijo el cantante hace unos días en una entrevista. Claro que no hace mucho también se insinuó que lo suyo con Selena estaba más que acabado. Y ahora, ¿embarazo a la vista o montaje publicitario?
Lo que está claro es que a Justin Bieber le gusta ponerse filosófico en Twitter. «Haz que cada momento cuente» o «todas las chicas deberían respetarse a sí mismas» fueron algunas de las profundísimas frases que lanzó hace un mes en la red social. Afirmaciones que deben ser consideradas casi como metafísicas por la legión de seguidores que acumula su perfil. Doce millones de 'followers', dos más que el presidente Barack Obama... Cosas de este mundo.
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