Ni un alfiler cabía ya en la conferencia del cronista de Saltillo ayer en la Feria del Libro. Más de 600 personas asistieron
- Aplauso. De pie, los asistentes le brindaron una calurosa ovación al columnista. Foto: Vanguardia-Marco Medina
Ni Justin Bieber ni Lady Gaga, el ídolo en Saltillo sigue siendo “Catón”. Ayer más de 600 personas acudieron al encuentro del cronista en la FILS 2011, donde Armando Fuentes Aguirre impartió la conferencia magistral “Por qué escribo lo que escribo”.
Una cadena de casualidades como su amor a la ópera, la habilidad de “hacer como que sabía” y hasta la voz de su conciencia diciéndole “cómo eres cabrón” llevaron al cronista de Saltillo a convertirse en la leyenda que hoy es.
El escritor y columnista de distintos diarios de circulación nacional, afirmó que su carrera en el periodismo empezó tras decir las palabras que abren las puertas de cualquier empleo: “jale y empuje” y “quiero trabajar de lo que sea”. Su columna “La Otra Historia de México” fue publicada gracias a ese argumento “aquiles”, es decir inapelable, “no me tienen que pagar por publicarla”.
A partir de entonces, su pasión por la historia de próceres de carne y hueso lo llevó a convertirse, con su particular estilo, en un reconocido cronista que tomó un rumbo distinto al de la jurisprudencia.
Su biblioteca tiene un letrero que dice: “No se prestan los libros, esta biblioteca está construida con libros que me han prestado a mí”. Solemne como pocos, Catón acepta que si bien la casualidad tuvo un papel trascendental en su vida, él estuvo preparado pues desde pequeño aprendió a leer. “No podemos vivir en la realidad sin un poco de fantasía”, señaló ante un abarrotado recinto que lo aclamaba como su ídolo.
El mediodía en el Salón de las Letras transcurrió entre carcajadas y aplausos para el ícono de la cultura. Antes de despedirse relató uno de sus sueños. Catón llegó al Cielo y como la misericordia del señor es más grande que la cantidad de sus pecados, antes de entrar al Paraíso, San Pedro le preguntó ¿De dónde vienes?, obviamente la respuesta fue Saltillo. A lo que el encargado de las puertas celestiales dijo preocupado por complacer al historiador: “Pasa hijo, ojalá te guste lo que tenemos”.
El mediodía en el Salón de las Letras transcurrió entre carcajadas y aplausos para el ícono de la cultura. Antes de despedirse relató uno de sus sueños. Catón llegó al Cielo y como la misericordia del señor es más grande que la cantidad de sus pecados, antes de entrar al Paraíso, San Pedro le preguntó ¿De dónde vienes?, obviamente la respuesta fue Saltillo. A lo que el encargado de las puertas celestiales dijo preocupado por complacer al historiador: “Pasa hijo, ojalá te guste lo que tenemos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario