Justin Bieber está en plena gira por tierras sudamericanas y para no ser menos invitó a su princesa Selena Gomez a pasar un tiempo en Brasil.
¿La ciudad elegida? La eterna madre de los cariocas, el epicentro de los carnavales más famosos del mundo y el sitio donde se erige el Cristo Redentor. Esta fabulosa estatua que se levanta por sobre 700 metros del mar ha cumplido 80 años muy recientemente.
Claro, es bien sabido que la señorita Gomez y el joven Bieber estaban distanciados porque sus agendas de trabajo están que arden en estos tiempos. El furor que han causado estos jóvenes codiciados artistas se precipita a un nuevo record.
Mientras que la intensidad de la exótica y abrumadora ciudad de Río de Janeiro asombra a Justin y a Selena, todo parece ir mejor de lo que los rumores presuponían.
¿Será que estos personajes son productos que venden lo que la industria del entretenimiento propone? Seguramente, así sea.
Talentosos o no, qué más da. El punto es que ellos dejan ganancias y se llevan su parte.
El caso es que cuando una nueva amiga de Justin pareció entrar en escena las dudas brotaron. ¿Estaba buscando algo más que una amistad con la pequeña Kardashian?
El asunto no tuvo mayor trascendencia. De hecho, ambos planifican paseos románticos.
En conclusión, el peligro parece haberse alejado y la relación de Justin con su chica oficial se vuelve más pasional que nunca.
Las legendarias tierras de Copacabana e Ipanema fueron parte del descanso de los chicos. Al plan soñado no le faltó una cena en uno de los sitios más exclusivos de la Barra de Tijuca. Tampoco unos pasos de baile en la disco elegida por Madonna. Allí, su ex pareja trabajaba como DJ.
Mientras tanto, Justin se prepara para aterrizar en las tierras argentinas como parte del programa de su gira. ¿Acaso Selena se animará a bailarse unos tangos con su varón?
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