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sábado, 15 de octubre de 2011


Llegó el "Día D" de Justin Bieber en Chile

14 de octubre de 2011 | 20h17 | actualizado a las 20h17


La revolución adolescente en el sector oriente de la capital vivida este viernes fue el decidor preámbulo de lo que se nos viene esta noche de sábado: el furor por el cantante juvenil del momento, Justin Bieber, que se presenta por primera vez en Santiago, en un Estadio Nacional repleto que amenaza con romper los límites de la contaminación acústica.

No por la música misma, sino por las gargantas de sus fanáticas, que ya se ejercitaron de lo lindo el viernes en la espera por el astro canadiense. Según la información preliminar, iba a llegar durante ese día temprano, incluso quizás de madrugada según las estimaciones más precavidas: acababa de tocar en Argentina y podía venirse la misma noche. Por eso muchas “beliebers” llegaron al aeropuerto sin importarles nada más que ver al ídolo. Pasaron las horas y llegada la luz del sol, también llegó la información de la productora realizadora del espectáculo, DG Medios, de que finalmente llegaría a nuestro país el mismo sábado, porque decidió quedarse un día más en Argentina.

La postergación de la llegada de Justin no hizo más que aumentar el furor. Mientras algunas se iban del aeropuerto, la mayor parte se dirigió al hotel W, donde trascendió que se quedará el cantante en su visita. Dos razones impulsaron a la legión de fanáticas a colmar las inmediaciones del recinto ubicado en calle Isidora Goyenechea, e incluso a ingresar “a la mala” saltando la seguridad en una incontenible avalancha de adrenalina belieber: una, asegurarse de estar ahí, aunque el intérprete de “Baby” llegue un día después, para no “perder el lugar” y ser de las privilegiadas de verle aunque sea la nariz; y en segundo lugar, de no confiar en las informaciones oficiales y no dejar pasar la posibilidad de que llegue de manera repentina, práctica que no debe extrañar de las grandes celebridades.

Así que todo el viernes el hotel W fue un mar de jóvenes ataviadas de cintillos, carteles y las iniciales “JB” rayadas en sus mejillas. Y muchos gritos y carreras para uno y otro lado, a veces sin sentido, pero bastaba ver a alguien corriendo para que muchas más no esperaran a preguntar y se largaran también a correr, con la ilusión de que al llegar encontrarían al mismísimo Justin o quizás qué. Carabineros tuvo que redoblar la seguridad y muchos padres se preguntaban cómo lo harán para tener a sus niñas y niños sin moverse del lugar.

Lejos, otro contingente esperaba, pero en el Estadio Nacional: los más asegurados se tomaron dos días de anticipación y se instalaron de temprano en la entrada, acampando y todo, para ser los primeros en entrar a ver a uno de los últimos grandes fenómenos pop.

EL SHOW           

Todo este preámbulo lleva a la gran culminación en el recinto ñuñoíno: las puertas se abren a las 17:00 horas y la acción empieza a las 19:45 con la actuación de los teloneros Cobra Starship, que actuará por 45 minutos. A las 21:00 se viene todo abajo con la salida de Justin Bieber al escenario. Todo terminará alrededor de la medianoche.

Los accesos habilitados para entrar al estadio son por la calle Grecia (para Galería, Andes y Cancha) y calle Marathon (para las localidades numeradas).

A partir de las 10 de la mañana, se habilitará una boletería del estadio para vender las últimas entradas disponibles. Ya están los 55 mil tickets casi todos vendidos, pero por algunas devoluciones, todavía habrá unos cientos de boletos para comprar, para Andes ($ 70.000), Pacífico bajo ($ 100.000), Pacífico alto ($ 110.000), Golden ($120.000) y Vip platinum ($140.000).

Conscientes de que el público eminentemente familiar no puede correr riesgos, Carabineros implementó un plan especial en el que resalta el sistema de pulseras identificadoras: se adquieren en la tenencia al interior del estadio, entrando por Grecia, y en ese trámite se les toman los datos a los niños. Es ahí donde tienen que dirigirse en caso de perderse.

Bieber viene de llenar el estadio de River en Argentina, donde además apareció en televisión, en el programa de Susana Giménez. En el vecino país provocó una euforia similar a la que se vive ahora en Santiago y quiere continuar la racha. Él mismo se encargó de calentar el ambiente a través de su Twitter oficial, expresando “¡Chile es hermoso!”, aunque en ese entonces todavía no llegaba y sólo les hacía querer sentir a sus fanáticas que viene con todo.

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